Cómo sabotear la pérdida de peso

Sigue estos consejos y no perderás ni una onza
Perder peso no es tarea fácil. En realidad se torna más difícil y frustrante cada vez que uno se enfrenta con la balanza. Los cinco factores que enumeramos a continuación son obstáculos que se deben salvar para lograr perder peso; no los sigas como consejos, pero debes estar consciente que estás saboteando tu progreso de manera inconsciente o, quizás conscientemente, por lo que necesitas un grito de alerta para que entiendas por qué debes poner más atención a lo que entra por la boca.

Toma refrescos carbonatados regulares

Algunos refrescos de soda suelen ser muy agradables al paladar lo que hace difícil resistirse a seguir tomándolos. Beber refrescos agrega un lastre adicional a las comidas y, peor todavía, se convierten en bombas de tiempo que afectan ahora y en el largo plazo. Las sodas contienen una cantidad enorme de azúcar, algunas tienen cafeína y causan adicción, además de otros daños no tan inmediatos.
Dentro de las burbujas que parecen inofensivas hay encerrado un gas incoloro e inodoro conocido como dióxido de carbono (CO2), o sea, el mismo gas que los organismos vivientes expulsan para regenerarse. Ese gas es la causa de que las personas que toman refrescos de soda se sientan continuamente con hambre.

La forma más sencilla de hacer la prueba de esto es sustituir los refrescos por agua, al acompañar las comidas. Observa cuanto tiempo tardas en sentir hambre nuevamente comparando entre ambas bebidas.

Cambia a refrescos carbonatados dietéticos

Las promesas de ingerir cero calorías es una de las ideas tintas detrás de los refrescos dietéticos. El uso de edulcorantes artificiales los hace muy atractivos para los diabéticos, sin embargo, para todos en general, tiene sus inconvenientes. Primero está la sicología de que se está ingiriendo menos calorías por lo cual se descuida la cuenta en la ingesta de alimentos.

En segundo lugar está el hecho de que todavía está presente el factor del CO2, con los efectos antes mencionados. Y, finalmente, el sustituto de las sodas regulares tiene la mejor alternativa en una bebida refrescante que contiene cero calorías, cero sodio, cero azúcares y cero dióxido carbónico; se llama "agua". Todavía no hay un sustituto que le iguale en calidad ni en precio.

Come dulces y azúcar en general

Este consejo es muy fácil de seguir, aún sin indicaciones. Los dulces son deliciosos y, echarle azúcar u otros endulzantes a los alimentos y bebidas, se hace de manera irreflexiva, todo el tiempo. El problema es que el azúcar es una potente fuente de energía y el cuerpo la usa casi inmediatamente, en condiciones normales. Como casi todas las personas tienen reservas de energía que no han utilizado, el azúcar nuevo se usa primero y la energía acumulada sigue creciendo en el organismo. En pocas palabras, se sigue aumentando de peso.

Obviamente la ruta a seguir es quemar la energía en exceso y evitar que lleguen nuevos lotes de energía que convierte el organismo en un almacén de combustible que, de seguir con el mismo patrón de consumo, no se utilizará. La ruta lógica es reducir el consumo de azúcar, no solo la que agregamos por cucharadas sino, especialmente, aquella que endulza casi todo los productos procesados que comemos o bebemos.

Practica el sedentarismo

Este es, precisamente, el consejo que pocos necesitamos, porque estar sentado, o acostado, durante gran parte del día y la noche es el estilo de vida común de las sociedades modernas. La idea es realizar algún tipo de ejercicios que ayude a quemar las calorías extras que no necesitamos y, de hecho, están sirviendo de lastre para atraer aún más calorías y el consiguiente peso adicional.
Practicar algún ejercicio es una prioridad; mientras más pronto se comience, más rápidamente se pueden obtener los resultados. Hay que hacerlo simple y fácil. Aunque ir a un gimnasio es el ideal perfecto, lo cierto es que pocos adquieren la disciplina necesaria para seguir asistiendo, aún después de pagar la cuota anual por adelantado.

Por lo tanto, si quieres perder peso y no el dinero de la cuota, debes comenzar inmediatamente una rutina sencilla, económicamente viable y realista. Una caminata de 20 minutos, en días alternos, para evitar lesiones en las piernas y rodilla. Otra rutina fácil es bailar, aunque sea solo, durante una hora, hará que quemes entre 250 y 800 calorías. Como muchas de las rutinas de baile son de bajo impacto, lo puedes hacer diariamente. (Fuente: Come con Salud)

Come impulsivamente

Es más frecuente que las personas tienen la costumbre de comer por antojo, sin tener un plan de lo que va a comer cada día, semana, mes y año. Excepto cuando se ponen a dieta, es usual que las personas coman lo que esté al alcance, siguiendo la vía del menor esfuerzo. Esa es, precisamente, la razón del éxito de los restaurantes de comida basura; están en todas partes y tienen precios módicos. En el largo plazo, se paga el precio de daños a la salud, como el sobrepeso, la obesidad y alteraciones al organismo en forma de colesterol elevado, hinchazón debido al exceso de sal, daño al sistema óseo por la ingesta de bebidas carbonatadas y la lista sigue creciendo.

Planificar un menú para cada semana y prepararlo en casa, es esencial para comer lo que más conviene y no caer en la trampa de la inmediatez de la comida rápida. Aunando esfuerzos para hacer ejercicios y beber la cantidad de agua recomendada, producirá resultados positivos en el largo plazo.

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